Descripción de la obra:
Las circunstancias de la vida separan a una pareja de enamorados.
Mientras ella sigue hacia adelante mirando hacia el futuro, él se
estanca en el pasado, reviviendo en sus sueños los momentos de
felicidad con ella, y es entonces cuando valora realmente lo que
supuso cada instante vivido con ella, pues cuando los vivía no era
consciente del valor tan precioso que aquellos momentos tenían,
aunque fuesen momentos vanos e insignificantes.
PARA
TI, ESTRELLA, por J. Garcia - Verdugo
Es
extraño este silencio en el que habito y que me habita,
el
frío que me atrapa y que me escucha naufragar entre lamentos y
sollozos,
el
frío intenso, el frío sutil, me hace recordar, pensar en ti.
El
día llueve gris, llueve sobre mi y me desintegro,
la
vida me ha quebrado el corazón, lo ha partido en mil esquirlas,
los
fragmentos de tu amor.
No
soy ya el de entonces, vivo ahora en el vacío,
en
el abismo, en la caída sin final.
Cierro
los ojos y te veo caminar hacia lo lejos,
paso
a paso a tu futuro, sin volver la vista atrás,
y
yo sufro en mi silencio, parpadeando lentamente,
inmóvil
en el tiempo, clavado en la esperanza.
¿Cuánto
tiempo ha pasado?, un otoño y un invierno,
de
mañanas sin tus besos, de noches sin abrazos,
despertando
en la añoranza.
Momentos
vanos y pueriles, que eran huecos y vacíos, de rutina y demasía.
Tiempo
fugaz que pronto escapa, distanciando esos momentos,
como
aquella casa que se encoge al alejarnos,
en
un viaje sin retorno y sin destino,
y
la casa se hace un punto en el paisaje,
un
pequeño punto que se hace más pequeño y más pequeño,
un
puntito.
Esos
momentos escondidos, esos momentos que eran vanos,
son
ahora riquezas y tesoros, de bellezas indecibles,
de
preciosas ocasiones, de recuerdos intachables.
Los
minúsculos momentos que se escapan en el tiempo,
exquisitos
e imborrables, perdurando en la memoria,
perpetuando
nuestras vidas, albergando la esperanza,
fue
un ensueño ya vivido, un tiempo que se aleja para no volver jamás,
un
tiempo ya vivido que jamás se olvidará.
Esa
magia en tus palabras, que suenan dulces y frondosas,
en
los minúsculos momentos, pinceladas de alegría en el tapiz de los
recuerdos,
en
ayeres que persisten a las nieblas del olvido,
remembranza
en soledad, la soledad del recuerdo,
el
silencio que se siente entre segundo y segundo,
la
soledad que se llora entre latido y latido,
soledad
de un ahora y de un mañana, en la hondura del vacío,
el
vacío del amor, entre sollozos del alma.
Los
párpados me pesan, inundados por las penas,
voy
a soñar y a deshacerme, en el sueño de tu esencia,
con
tus besos, tus abrazos, tu presencia,
tus
caricias, tus susurros y tu amor.
Creo
en ti, sin distancias, sin ausencias,
con
pequeñas alegrías, arreglándonos las almas con abrazos y con
besos.
Y
se rompe ahora ese sueño, brota en mi la realidad,
la
soledad que arrastra el viento, que camina con el frío.
Quiero
ser tu compañero, sólo pienso en que te amo,
en
la soledad me desespero, y te espero, y te espero,
deseando
ese momento en que fundamos nuestros cuerpos.
Y
cuando mañana sea otro día, será uno menos de encontrarte en mi
camino,
y
repetir lo que vivimos, lo que vivo yo en en mis sueños,
lo
que sueñas en los tuyos, ¿quién sueña con tus sueños?,
el
amor que nos espera, nuestro amor, nuestro destino.