domingo, 1 de noviembre de 2015

El Jinete Polaco, de Antonio Muñoz Molina





Es una excelente novela, obra de Antonio Muñoz Molina con la que ganó el premio Planeta en 1991. Magistralmente escrito, con historias bien cimentadas, construidas y acabadas, y personajes carismáticos y creíbles casi siempre: el poso que dejan en el recuerdo es poderoso y muy agradable.

El jinete polaco, título que alude a un grabado de la obra del mísmo título de Rembrant (enseguida sabrá el lector a qué se debe esto) contiene un efectivo mosaico de personajes y tramas narrado con pocos diálogos y muchos saltos temporales. La compleja historia que contiene está dividida en tres partes y sus raíces se encuentran en el imaginario pueblo andaluz de Mágina, creación de Antonio Muñoz Molina y sobre el que ha escrito en otras ocasiones.

El protagonista de la obra es Manuel, un traductor simultáneo que estaba deseando salir de su humilde pueblo, pero que con los años deja de renegar de él. Las cuatro generaciones de la familia de Manuel, de la que sabremos progresivamente, están vinculadas irremediablemente con Mágina, pero él prefiere deambular de país en país poniendo de excusa su nómada profesión. Su extraño reencuentro con Nadia, una bella mujer que vivió también en Mágina e hija no deseada de un comandante de apellido Galaz (que ocupará un papel determinante en la novela), harán que Manuel vuelva a unirse mediante el recuerdo y la pesquisa con su tierra natal y las peculiares historias que allí se dieron.

Con saltos temporales frecuentes (y algo caóticos) conoceremos un buen catálogo de interesantes personajes de Mágina e iremos desentrañando una trama menos laberíntica de lo que parece y a la que no hay que renunciar por mucho que el libro, en un primer momento, pueda parecernos muy largo y denso. El secreto consiste en dejarse conquistar por el estilo rico y apasionado de Molina y por la magia, nuna mejor dicho, de Mágina.

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